lunes, 2 de abril de 2012

TELEMERCADEO EN EL CRISTIANISMO

Pactos con Dios
Escrito por Luis Duarte
LOS PACTOS CON DIOS ¿QUE HAY DETRAS?





















Se esta volviendo común escuchar a las personas cristianas hablar de los pactos como una manera de conseguir alguna cosa deseada de parte de Dios, como por ejemplo: una mujer dijo haber dado una suma cualquiera de dinero en su iglesia pactando con Dios para conseguir un buen empleo, o a un predicador por radio invitando a pactar con Dios para la salvación de sus seres queridos, como estas tantas otras cosas.



Lo curioso es la serie de testimonios de personas que dicen haber hecho un pacto dando una suma de dinero y que recibieron lo que esperaban. Esta serie de testimonios llenan de animo a quienes no están muy seguros de hacerlo, pero que después de escuchar semejantes testimonios sale corriendo a pactar con Dios. Un dí­a cualquiera estando en casa encendí­ la TV para ver algún programa cristiano y me encontré con un canal cristiano que es visto en toda Latinoamérica; me sorprendió que lo que estaban presentando era muy parecido a lo presentado en canales comerciales, en los que se ofrecen sobre todo productos de belleza, presentados como si fueran mágicos que le eliminan las arrugas, le bajan de peso en un abrir y cerrar de ojos, etc. Normalmente la presentación del producto esta acompañado por una modelo dando testimonio (falso) de que usó el producto y ¡miren ahora ese cuerpo escultural!

No podí­a creer que el presentador de ese canal estuviera diciendo: apresúrate porque en 10 minutos estaré orando y Dios estará haciendo el milagro, corre, coge el teléfono y marca a los teléfonos que aparecen en pantalla, porque Dios estará dando una bendición multimillonaria que será para los primeros cincuenta que llamen para hacer su pacto. No era una broma, era verdad lo que estaba viendo y escuchando, parecí­a una especie de subasta. La imagen nos dejaba ver como entraban faxes que se iban apilonando, faxes en los que las personas estaban comprometiéndose con una suma de dinero para recibir su milagrito.

Es una gran verdad que la Biblia habla de pactos, pero, ¿qué dice acerca de ellos? Quizá es mas fácil para algunos coger el teléfono y llamar al canal de TV, emisora, o iglesia para prometer una suma de dinero para que Dios le haga un milagro, que puede ser salir de deudas, conseguir casa, la sanidad de un ser querido o la suya misma, conseguir marido, etc. Que tomar la Biblia para conocer lo que ella dice acerca de los pactos, aunque a la verdad lo importante no es saber un tanto de la Biblia acerca de ese tema, sino saber y conocer de Dios, el Señor que en su infinita bondad y misericordia derrama dones sobre los hombres. Hagamos un pequeño acercamiento desde la Escritura al tema.

Antes de tomar la Biblia consideremos la definición que el diccionario Grijalbo hace del término Pacto: Concierto, convenio entre dos o más partes, obligándose mutuamente a cumplir lo estipulado; pienso que estamos de acuerdo con esta definición, al menos es la forma mas cotidiana de definirla. Ahora pensemos en que parte de la Biblia Dios nos ha llamado a concertar con él, veo en mi ignorancia que Dios no nos ha llamado a concertar o a convenir con El, sino a obedecer sus leyes, a que nos arrepintamos de nuestros pecados (entre tantos: el orgullo de creernos en condiciones de pactar con Dios). ¿Acaso cree usted que por una suma irrisoria (que para nosotros puede ser una fortuna) de dinero, puedes obligar a Dios a que le cumpla el deseo que hay en su corazón? Pregunto: ¿Será posible que un cristiano que haya sido juicioso en estudiar la Biblia y conocer de Dios, crea que a Dios lo puede mover el dinero? ¿En qué momento algunos cristianos confundieron a Dios con Mamon? ¡Por favor! No podemos errar de esa manera ignorando las Escrituras.

La primera vez que encontramos la expresión pacto en la Biblia es en Génesis 6:18 "Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo"(RV 1960). Dios esta diciendo mi pacto, no le dice a Noé, nuestro pacto, dejando claro que el pacto no es con Noé, sino que es un pacto entre la Deidad, y que Noé y su familia son solo los beneficiarios de ese pacto. Si usted sigue estudiando el pasaje se dará cuenta que a este varón de Dios solo se le dan instrucciones para que él obedezca, Dios no le dice:

- ¿qué tal te parece lo que te estoy proponiendo? o ¿cual es tu punto de vista?

Nada de eso, Dios le da una serie de órdenes para que las cumpla!

Génesis 9:9-11 “He aquí­ que yo establezco mi pacto con vosotros, y vuestros descendientes después de vosotros y con todo ser viviente que esta con vosotros; aves, animales y toda bestia de la tierra que esta con vosotros, desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.

Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré ya mas toda carne con aguas de diluvio, ni habrá mas diluvio para destruir la tierra. (énfasis mí­o) RV 1960” De nuevo Dios dice: mi pacto, después menciona a los beneficiarios, que no es únicamente el hombre, sino todos los seres vivientes. Dios esta diciendo lo que hará (no volver a destruir la tierra con un diluvio), pero no le esta diciendo al hombre que para que el pacto se cumpla, la criatura humana debe de hacer esto o aquello, ¿es acaso Dios tonto para hacer pacto con alguien que es mentiroso (todo hombre es mentiroso) y sujeto a debilidad e incapaz de hacer lo que agrada a Dios? ¡No! Es mas, pienso que usted tampoco harí­a pactos con personas de las que sabe que no cumplen.

Génesis 17: 2 Y yo estableceré mi pacto contigo, y te multiplicaré en gran manera. (LBLA) Este texto también esta diciendo que el pacto es de Dios y que el beneficiario en esta ocasión es el patriarca Abraham, pero de nuevo aparecen las instrucciones o mandatos de Dios. No es un convenio o acuerdo entre dos partes, es la manifestación de la voluntad de Dios para con un hombre

Podrí­a seguir tomando textos para mostrar que los pactos de los que habla la Biblia son pactos de Dios, de la Trinidad, en los que él hombre aparece como receptor de unos beneficios. Dios no esta obligado con el hombre sino consigo mismo. Dios le dijo a Abraham: anda delante de mí­ y sé perfecto esa es la voluntad de Dios expresada, la realidad es que Abraham no fue tan perfecto, pero eso no impedí­a que Dios cumpliera, porque el pacto de Dios es con él mismo, no con una criatura de la que habló diciendo que era como hierba, o como neblina, o como una de las vigilias de la noche

El asunto con Dios no es de hacer pactos económicos con Dios, es un asunto de obediencia. No ignoro que este es un tiempo en el que en el inconsciente colectivo de la gente esta la idea de que todo se puede arreglar con dinero, y la iglesia (algún sector) no ha sido celosa y vigilante respecto a la sana enseñanza sino que ha cedido al culto al dinero, cayendo en el horror de no hablar de Dios y sus atributos, o de la obra y persona de Jesucristo, sino de dinero a toda hora, vendiendo ilusiones a algunos que no buscan ser santos para Dios, sino que quieren usar a Dios para que los vuelva ricos. Soy un convencido de que Dios bendice a sus hijos, pero que también por su gracia da riquezas aun a los pecadores

Creo que Dios todo lo hace para su gloria y honor; El da riquezas económicas a unos, a otros riqueza de salud, a otros de conocimientos, a otros familia, a otros longevidad, etc. Todo esto lo da Dios sin necesidad de que usted cometa el atrevimiento de querer actuar como Simón el mago de Samaria, que pretendió comprar el don del Espí­ritu Santo con dinero (Hechos 8:9-24).p

La verdad es que algunos predicadores, pastores, apóstoles y profetas encontraron en la ignorancia del pueblo de Dios un terreno fértil para sacar lucro, vendiendo los regalos de Dios. Los pactos son hoy una nueva forma de las indulgencias, las que horrorizaron a los reformadores en el siglo XVI y que los indignó al extremo de tener que arriesgar la vida por denunciar el descaro de los llamados ministros de Dios de la época. En aquel momento de la historia se le decí­a a la feligresí­a que apenas sonara el dinero en el cofre, las almas de los familiares difuntos salí­an del lugar de castigo. Hoy es ¡llame ya! ó ¡consigne ahora mismo!

No estoy en contra de enseñarle a los creyentes a ser generosos, a dar sin esperar nada a cambio, a dar para la obra de Dios (la gente) con gratitud; estoy en desacuerdo con el engaño y la mentira, con la que se les saca el dinero a las personas, dinero que deben usar en mejorar a su familia, en dar de comer a sus hijos, etc.

Es una verdad bí­blica que el que siembra generosamente, segara con abundancia, pero esa siembra no es solo en los megaproyectos de concreto o sistemas informáticos. Qué bueno serí­a que quienes pueden accesar al medio masivo de información, pueda enseñar al creyente a compartir con el que padece necesidad, sin olvidar a quienes sirven en los distintos ministerios de la comunidad cristiana

Usted no necesita hacer un pacto con Dios, pues el único pacto que te redime y valido delante de Dios es aquel del cual Jesucristo es mediador y cuyo mayor beneficio es la vida eterna. No se deje engañar, usted me dirá, que un hermano de la iglesia hizo un pacto y Dios le contestó, pero yo ahora le pregunto, ¿sabes cuantos han dado sumas grandes y pequeñas de dinero y nada ha sucedido?, creo que no tienes idea de esto. Por favor no des dinero esperando que el Señor se lo devuelva cuadruplicado (término usado por los que menos prometen). Cuan dé hazlo en su congregación para sostener el ministerio de la predicación, la enseñanza y la ayuda mutua, a personas que usted conoce y que están pasando necesidad, o para ayudar alguna estación de radio o TV, y no nos olvidemos de los pobres; pero no lo hagas esperando en recibir, porque entonces no diste. Dar para recibir no es dar. No te estoy invitando a invertir en el Reino de Dios, pues la Biblia no utiliza esa expresión, sino que usa la palabra dar

En Colombia fue mucha la gente que resultó afectada por el negocio de las Pirámides, estos negocios aprovecharon a personas que por el afán de volverse ricos, sacaron sus ahorros, hipotecaron su casa, tomaron dinero prestado y cualquier otra cosa parecida; para invertir en las famosas pirámides que les prometí­an duplicarle el dinero en un lapso de tiempo corto. El final de todo ese asunto fue familias que lo perdieron todo, personas en bancarrota y solo unos pocos (los dueños del negocio y algunos que recibieron jugosas sumas de dinero como resultado de la inversión hecha, y quienes sin darse cuenta fueron usados como los encargados de dar testimonio de lo rentable del negocio) atrayendo en masa a gran parte de la sociedad colombiana que resultó damnificada. Pero, ¿cual es el fondo del negocio de los pactos económicos hechos con Dios (según los obreros fraudulentos), como también lo fue el de las pirámides?, la AVARICIA, el amor al dinero y no a Dios.

Bendiciones en Cristo